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sábado, 27 de enero de 2018

PERÚ: Corrupción e impunidad

Una noticia dada a conocer este viernes por la agencia Reuters pone al descubierto las ocultas negociaciones que hubo entre el conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski y Kenji Fujimori (hijo menor de un despreciable genocida condenado en un proceso ejemplar a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad) para que libere ilegalmente al monstruo de su padre, a cambio de apoyo político en el Congreso para evitar que sea vacado constitucionalmente debido a su comprobada participación en el Caso Odebrecht, el mas sonado escándalo de corrupción ocurrido en América Latina. Como podéis imaginaros, la ilegal liberación de Fujimori ocurrió sorpresivamente la noche del 24 de diciembre a pocas horas de que fuera rechazada la vacancia de Kuczynski ‘gracias’ a la abstención tanto del grupo disidente dentro del fujimorismo que lidera Kenji, como de aquellos parásitos de la ‘izquierda’ (?) de Verónika Mendoza, quienes con su repudiable y cobarde actitud apañaron al lobbysta. Pero mejor dejemos a Reuters que nos cuente los detalles de esta escabrosa historia ¿vale?: “Tres meses antes del indulto otorgado al margen de la ley al ex dictador Kenyo Fujimori horas previas a la Navidad, Pedro Pablo Kuczynski, recibió al hijo menor del condenado poco después de anunciar en el Palacio de Gobierno otro cambio de gabinete forzado por la oposición fujimorista (liderada por Keiko Fujimori, la hija mayor del reo y que era reacia a cualquier negociación para liberarlo porque no le convenía políticamente) Mientras recorría y tomaba fotos con su celular de las salas y pasillos del Palacio Presidencial donde alguna vez vivió cuando era niño, el ahora legislador Kenji le pidió a Kuczynski que liberara a su convicto padre ‘enfermo’ a cambio de apoyo político en el Congreso, dijo una fuente cercana al presidente que no quiso ser identificada. Kuczynski, un exbanquero judío, luchaba en ese momento contra un Congreso controlado por la agrupación fujimorista Fuerza Popular, que recurría a su mayoría absoluta para expulsar a ministros clave en el gabinete de Kuczynski, retrasando los intentos del Gobierno de reactivar el crecimiento económico con un mayor gasto en infraestructura. Pero Kenji, de 37 años, desafió el liderazgo de su hermana apelando a los seguidores incondicionales de su padre, para conseguir su libertad a cualquier precio. El hijo menor de Fujimori le dijo a Kuczynski que él junto a otros legisladores disidentes de Fuerza Popular descontentos por el comportamiento de su hermana ‘podrían ayudarlo a gobernar’ hasta el final de su mandato en el 2021, afirmó la fuente. Es así como la reunión entre Kuczynski y Kenji el 17 de septiembre marcó el inicio de varias citas entre mediadores de ambos lados para allanar el camino del indulto, dijo la fuente, que se reunió tres veces con Reuters. “La confianza con Kenji nació allí en Palacio”, afirmó. Los mediadores, incluyendo a funcionarios de segunda línea del Gobierno, visitaron al menos media docena de veces al encarcelado genocida en una celda exclusiva que ocupaba en una base policial de Lima, como parte de las conversaciones, agregó. Otras dos fuentes del gobierno y una fuente que trabajó en el gabinete dijeron que un indulto para Fujimori fue discutido durante meses como una forma de dividir a Fuerza Popular. Pero la por entonces ministra de Justicia rechazaba el perdón, por lo que finalmente fue reemplazada en septiembre antes de Kuczynski se reuniera con Kenji, dijeron las tres fuentes. Kuczynski planeó entonces conceder el indulto en la tercera semana de diciembre, dijo la primera fuente, pero un inesperado hecho movió el tablero y puso a prueba la alianza con Kenji: el pedido del Congreso para destituir al presidente por los millonarios sobornos que recibió a través de empresas fantasmas de la constructora brasileña Odebrecht. Kenji prometió a Kuczynski al menos tres o cuatro votos para hacer naufragar el pedido de vacancia del presidente. El mismo día mismo de la votación, luego de varias conversaciones telefónicas - algunas del mismo es dictador Fujimori desde el penal con disidentes de la bancada de Fuerza Popular en el Parlamento - la alianza dio frutos y 10 miembros de la organización mafiosa rompieron filas para salvar a Kuczynski. En lo que funcionarios del Gobierno calificaron ridículamente ‘como un acto en pos de la gobernabilidad’ (?), tres días después el presidente perdonó a Fujimori, desatando violentas protestas contra su decisión, que dividió al país y reabrió viejas heridas. Públicamente el Gobierno ha negado que el indulto fuera parte de un acuerdo con Fujimori, una divisiva figura que instalo en el Perú una sangrienta dictadura en 1992, donde decenas de miles de inocentes fueron asesinados tanto por el ejercito como por las ‘fuerzas del orden’ así como por comandos paramilitares so pretexto de luchar contra el terrorismo. Si a ello agregamos el saqueo sistemático de las Arcas Públicas (el mismo Fujimori robo más de seis mil millones de dólares producto de las cuestionadas privatizaciones de las empresas públicas) y una corrupción generalizada a todo nivel, destruyendo completamente la institucionalidad democrática, se entiende el rechazo mayoritario de los peruanos a su liberación. La portavoz de la presidencia no respondió a los reiterados llamados telefónicos y mensajes de Reuters en busca de comentarios oficiales. Por su parte, Kenji no quiso dar declaraciones para este reporte, pero su portavoz rechazó que el indulto haya sido por una “componenda política”, aunque dijo que los votos contra una prematura salida de Kuczynski se dieron para darle “gobernabilidad” al país. Clayton Galván, uno de los legisladores leales a Kenji, confesó “Con una oposición recalcitrante (en el Congreso) no íbamos a lograr nada”, dijo Galván, quien visitó varias veces a Fujimori en prisión antes de recibir el perdón, según registros carcelarios a los que Reuters tuvo acceso. Kenji cree que sus legisladores disidentes de la linea impuesta por su hermana Keiko – los llamados ‘albertistas’- podrían crecer a 30, dividiendo a su partido a la mitad, dijo la fuente, y dando más posibilidades al Gobierno a la hora de tramitar iniciativas por el Congreso. El respaldo de este bloque de tránsfugas sería clave para la supervivencia política de Kuczynski, pero enfrenta otras amenazas. El Congreso y la fiscalía están investigando por separado la operación de una consultora vinculada al presidente que se habría beneficiado con un contrato de Odebrecht, donde aparece comprometido seriamente, por lo que no puede descartarse otro pedido de vacancia en el Congreso - como algunos legisladores ya lo están sugiriendo - y ni con los votos de los seguidores de Kenji podrían salvarlo en esta ocasión, con mayor razón cuando la minúscula bancada oficialista ha quedado reducida a su mínima expresión por la renuncia de varios ellos en protesta por el indulto otorgado a Fujimori. Finalmente, diversos analistas han recordado que Kenji - considerado el engreído de su padre - es visto como un potencial candidato a la presidencia en el 2021, comicios a los que Kuczynski no puede postularse debido a límites constitucionales. De acuerdo con una encuesta de firma Ipsos Perú, publicada a mediados de enero, la popularidad de Kenji creció a un 38 por ciento, por encima de otros líderes políticos y de su hermana Keiko, que tiene un 30 por ciento y a quien pretende disputarle el control del movimiento fujimorista, contando para ello con el apoyo de su padre” puntualiza la nota de Reuters. Venga ya, Kuczynski negó reiteradamente la existencia de algún trato para liberar al genocida, pero como podéis comprobar, mintió un vez más al país. Al final, todo se sabe :(
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