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sábado, 23 de marzo de 2024

ARGENTINA: Más sombras que luces

Javier Milei cumple 100 días en el poder. Intensas, contradictorias, pendencieras, sus primeras semanas en la Casa Rosada ofrecen una oportunidad para mirar por el espejo retrovisor y, en base al breve sendero recorrido, vislumbrar hacia dónde se dirige la Argentina, con sus luces, sombras e intrigas. Porque se define a sí mismo como un león, pero no son pocos los que desean que no termine su mandato y salga por la puerta trasera como De La Rúa, en medio del repudio generalizado en el 2001. El primer “logro” de Milei es, sin duda, discursivo: durante estos 100 días logró replantear los ejes de debate público. No es menor en un país donde el kirchnerismo consolidó un relato populista de izquierda y de un Estado “presente”. Pero Milei le planteó lo que calificó como una “batalla cultural”: ganó las elecciones prometiendo el achique del sector público y hasta logró que los argentinos incorporen el latiguillo “no hay plata” a sus vidas cotidianas. Circula en las redes sociales, como logo en camisetas y lo repiten muchísimos jóvenes como mantra. El segundo “logro” de El Loco, como lo apodan, es táctico: al frente de otro populismo, pero de derecha, colocó a la defensiva a muchos políticos, a los que subsume dentro del colectivo “casta”. Los obligó, como dice el refrán, a poner sus barbas en remojo. Paladines del despilfarro –siempre con fondos públicos, nunca con billetera propia–, sobran ejemplos de dirigentes de primerísima línea que ahora piensan dos y mil veces antes de volar en avión privado o contratar a una artista para un evento en su distrito. Sin embargo, no duda en aliarse con lo peor de ellos y los integra a su gobierno. Ahí si dejaron de ser para el parte de la “casta” y los califica de “patriotas”. El tercer “logro” pasa por su especialidad, la economía. La inflación parece comenzar a ceder - al menos según los parámetros argentinos, ya que bajó del 20,6% de enero al 13,2% de febrero -, el Banco Central sumó reservas, el peso mostró incluso una apreciación tenue y colocó un nuevo bono, en tanto que el ministro de Economía, Luis Caputo, cerró el primer mes del año con superávit fiscal, una rareza total en la Argentina. Pero la otra cara de esos logros resulta preocupante. Para empezar, porque Milei avanza con la delicadeza de un elefante en una cristalería. Y para reducir el gasto público no recurrió al bisturí, sino a su declamada motosierra. ¿Conclusión? Para que mejoren las cuentas del Estado nacional detuvo las transferencias a las provincias y acumuló deuda con los importadores, congeló la obra pública y dio luz verde a las subidas de tarifas y combustibles, entre otras decisiones draconianas que deja enormes daños colaterales. El resultado fue previsible, según coinciden las consultoras privadas. Se licuaron salarios y jubilaciones, se retrajo el consumo, se enfrió la economía y aumentó la pobreza. Hoy ‘gracias’ a Milei, al menos el 77% de los argentinos son pobres, según las proyecciones del respetadísimo Observatorio de la Universidad Católica Argentina (UCA). El porcentaje, cabe aclarar, es el más alto desde el colapso institucional a fines del 2001 –cuando el país acumuló cinco presidentes en un par semanas –, y se espera que trepe aún más durante los próximos meses. Así, el ajuste que impulsó Milei durante sus primeros meses de gestión resultó tan drástico y áspero que logró lo impensable. Hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI) le recomendó ser más contemplativo y “proteger a los más vulnerables”, para de ese modo “evitar que el peso del ajuste caiga desproporcionadamente sobre las familias pobres y trabajadoras”. Ver para creer: el Fondo, corrido por derecha. Más relevante en términos institucionales, El Peluca, otro apodo del presidente, encontró ya sus primeros límites. Por un lado, la Justicia suspendió por inconstitucional la aplicación de un capítulo del decreto de necesidad y urgencia (DNU) que había impulsado con múltiples reformas de fondo. Por el otro, el Senado también rechazó ese DNU, la semana pasada, mientras que la Cámara de Diputados torpedeó su megaproyecto de ley, con más reformas, al punto que el Gobierno optó por retirarlo de la trituradora. Como era de esperar, Milei respondió a cada rechazo, negativa, límite y hasta ligera discrepancia con insultos y agresiones verbales. Al que no acusó de corrupto lo tildó de “traidor”, “orko”, “rata” y, lo que para él es peor, “zurdo”, cuando no da su beneplácito –y un “like” y retuitea– a posteos que difunden caricaturas de sus rivales con rasgos de síndrome de Down, o promete “mear” –orinar, en criollo– a los gobernadores. Lo inquietante es que incluso personas cercanas a sus ideas o de su espacio afrontan la lluvia ácida: desde la vicepresidenta Victoria Villarruel hasta el referente de la derecha local, Ricardo López Murphy, al que pasó de calificar como “segundo padre” a tildarlo de “basura” y “delincuente”. ¿Por qué? Por plantear dudas técnicas sobre el camino a la dolarización que quiere recorrer Milei. A estas alturas, queda claro que para él hay una “casta” mala y una “casta” buena. Integran la primera todos los políticos que discrepen con él o, incluso, que tengan parejas que disientan con él. ¿Un ejemplo? Echó a Osvaldo Giordano, al que había designado al frente de uno de los organismos más importantes del Estado, la Anses, y que había denunciado el que a todas luces es el peor escándalo de corrupción del presidente anterior, Alberto Fernández. Pero Milei echó a Giordano como represalia por un voto de su esposa, diputada nacional, en el Congreso. ¿La “casta” buena? Aglutina fracasados dirigentes con décadas de recorrido público y apellidos como Menem y Bussi, pero que están a salvo - de momento - de la furia presidencial por haber cruzado el Jordán hacia “la orilla libertaria”. Pero cuando todo se venga abajo y lo abandonen, no dudara en insultarlos sin compasión. En la misma senda, para Milei parece haber nichos y nichos en el gasto público. Así, anunció el cierre de organismos como el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) o de la agencia estatal de noticias Telam por considerarlos antros de “corrupción”, “adoctrinamiento político” y “ñoquis” -empleados que cobran salarios, pero no trabajan -, pero preserva regímenes tributarios especiales que le cuestan muchísimo más dinero al Estado argentino, como el de Tierra del Fuego, cuyos capitostes se sospecha que financiaron parte de su campaña presidencial. La gran pregunta es, a esta altura, hasta cuándo contará Milei con el beneplácito o la tolerancia social. Por ahora, el libertario cuenta con tres ventajas. La primera, que los gobiernos anteriores fueron tan malos - y tan próximos en la memoria social - que puede invocar la “herencia recibida” para justificar muchas decisiones. La segunda, que hoy no hay un referente opositor que ilusione a la sociedad y sirva de contrapeso a su desmesura. Y la tercera, que una mayoría social internalizó que estábamos ante un fin de fiesta y había que sincerar la situación. Esa tolerancia ciudadana, como hemos visto tantas veces en la Argentina y en todo el mundo, sin embargo, tendrá un límite. Más próximo o más lejano, pero llegará. Ya sea por defectos propios, virtudes ajenas, un infortunio, algún episodio oprobioso o muchas otras causas posibles, pero llegará. Y Milei, al que tanto le gusta compararse con Donald Trump y Jair Bolsonaro, acaso termine por reflejarse mejor en el espejo peruano. Como el peruano Pedro Castillo, el libertario se encuentra en minoría en el Congreso y la oposición, unida, podría destituirlo si se le presenta la oportunidad. Y El Loco, que será loco, pero no come vidrio, lo sabe.

martes, 19 de marzo de 2024

HUELLAS DEL PASADO: Los Monolitos Recuay

Recuay es una cultura del Antiguo Perú que se desarrolló en la sierra del actual departamento de Áncash entre los 1 a. C. hasta los 700 d. C. Corresponde a la etapa del mundo andino llamada Intermedio Temprano, Se le ha denominado también como cultura Huaylas o Santa. Se considera a la tradición Recuay como un conjunto de señoríos y centros regionales con una fuerte variabilidad. Existen pocas evidencias que muestren una configuración política de tipo 'Estado' y de integración funcional entre los diferentes sitios Recuay. Al igual que las otras culturas del Intermedio Temprano, se conoce poco sobre esta civilización. La posición más aceptada es que fue una prolongación de la cultura Chavín, debido a la influencia del estilo “Blanco sobre Rojo” en la región. En 1874 Agustín Icaza ordenó excavar una serie de tumbas ubicadas en el terreno que poseía en el distrito de Recuay. Este terreno se denominaba la estancia de Rapish que luego fue rebautizada y es donde se ubica actualmente el pueblo de Cátac. Hacia 1878 se encontraron 160 cerámicas en el ahora llamado sitio arqueológico de Roko Ama. Icaza luego se las vendió a José Mariano Macedo quien las llevó a Europa junto a su colección de más de 2000 artefactos antiguos. En Europa, Macedo vendió la colección a un agente del Museo etnológico de Berlín por 2000 libras esterlinas. En 1881 se exhibieron en París 152 vasijas cerámicas de la colección original de Icaza caracterizadas por la arcilla fina utilizada para la elaboración y las imágenes decoradas con los colores rojo y negro.El estilo Recuay, caracterizado por su cerámica y su litoescultura, fue descrito por Eduard Seler en 1893, sobre la base de ejemplares de cerámica llevados al Museo etnológico de Berlín por Mariano Macedo. Cabe precisar que el área de Recuay está muy cerca del área de la antigua cultura Chavín. Precisamente, el sitio importante de este último, El Templo de Chavín de Huántar, se encuentra justo al oeste. Los Recuay llegaron a ocupar gran parte del territorio de los Chavín y fue influenciado por estos en la arquitectura (por ejemplo, en el uso de galerías subterráneas) y en la cantería, como en la escultura y las estelas. Si bien las culturas costeras peruanas de esa época como la Mochica y la Nazca, son mucho más conocidas, la sierra alta también vio el surgimiento de poderosas organizaciones políticas culturales. Estos eran Cassamarca en el norte, Huarpa en Ayacucho y Pucará en Puno. Cabe precisar que la relación entre Recuay y los Mochicas en el norte debe haber sido bastante tensa porque compartían fronteras y competían por las mismas fuentes de agua. Al respecto, hay evidencia de una guerra considerable por el control del líquido elemento, y de una sociedad orientada a la guerra para defender sus tierras como se refleja en sus edificios fortificados e iconografía. De hecho, Recuay está asociado con la aparición más temprana de centros y pueblos fortificados en los Andes peruanos. La cultura floreció especialmente en la región del Callejón de Huaylas, y a lo largo del río Marañón. También se extendió a los valles de los ríos Santa, Casma y Huarmey. Al norte, llegó a la zona de Pashash, en Pallasca. Precisamente, Willkawayin fue uno de sus asentamientos más importantes. Su principal forma de expresión del arte era por medio del trabajo en piedra (tallado y mampostería), herencia de su antecesora, la cultura Chavín. Además, realizaron esculturas en bultos que representan guerreros con escudos o cabezas-trofeos, con las que ornamentaron sus complejas construcciones arquitectónicas. En efecto, los Recuay son reconocidos por sus trabajos escultóricos realizados en piedra (litoescultura). Estas esculturas consisten en lajas de piedra labrada, en forma de prisma o estatuaria, que se tallaba en alto o bajo relieve o por incisión en la piedra. Representaron guerreros, felinos y serpientes, cabezas humanas, caras y cabezas trofeo, maquetas y copas con pedestal, etc. De ellos, destacan sobre todo los célebres monolitos Recuay, bloques de piedra de forma casi cilíndrica, esculpidos aparentemente para representar a guerreros de rango elevado. Estos tienen la expresión rígida, en posición sentada con las piernas cruzadas y portando una maza, un escudo o una cabeza-trofeo. Otros monolitos representan mujeres con trenzas largas y vestidas con capuchas o mantos. Tuvieron una función arquitectónica ornamental, sirviendo como dinteles o empotrados en los paramentos. Numerosos ejemplos de esta litoescultura fueron recogidos por el padre Augusto Soriano Infante y resguardados en el Museo Regional de Ancash (Huaraz). Otra muestra de la escultura Recuay son las cabezas clavas que representan a hombres y felinos y que nos recuerdan a los de la cultura Chavín, aunque con el sello propio de los Recuay. Pero a pesar de la solidez de sus fortificaciones, la continua lucha con los Mochicas debilitó seriamente a los Recuay, quienes finalmente sucumbieron en el año 700 d.C. ante los Wari, los cuales paradójicamente también conquistaron a sus adversarios y los integraron a su Imperio. Hoy nos quedan como testimonio de su paso por la historia aquellas enigmáticas litoesculturas, mudos testigos de una civilización desaparecida.

sábado, 16 de marzo de 2024

PERÚ: Decadencia y caída

Como sabéis en el país andino, en medio del operativo mediático montado por la mafia vizcarrista para intentar salvar a los parásitos caviares de la JNJ de ser expectorados de sus cargos por las graves irregularidades cometidas por sus integrantes, el Congreso - fiel a su retorcido estilo - aprobó de forma arbitraria el retorno del Senado, luego de 32 años de ausencia, tras ser disuelto por el autogolpe de Fujimori el 5 de abril de 1992. En efecto, pese a que un plebiscito ciudadano lo rechazó abrumadoramente con más del 90% en el 2018, los congresistas desoyeron ese mandato ratificando en una segunda votación durante el pasado miércoles la vuelta a las dos cámaras parlamentarias, además de la reelección inmediata. Por lo visto, no quieren soltar la mamadera de ninguna manera. La decisión se da cuando el Poder Legislativo -desacreditado al extremo, registra nulos índices de aprobación entre la ciudadanía. El debate para su retorno no fue muy largo, y la oposición a la medida tampoco fue amplia, ya que estaba en juego su bolsillo para seguir medrando a costa del Estado. La iniciativa fue respaldada por 91 votos a favor contra 28 rechazándola y una abstención, luego de una discusión de cerca de dos horas, pero también repusieron la reelección inmediata, lo cual ocurrirá a partir del 2026, año de las próximas elecciones generales. La cuestionada decisión abre preguntas sobre por qué se llegó a modificar constitucionalmente este tema, pese a que en el 2018 la población se mostró en contra de esta moción tras un referéndum tanto al retorno de las dos cámaras parlamentarias, como de la reelección inmediata de congresistas. La votación del miércoles confirmó la creación de una Cámara del Senado, la que contará con 60 nuevos parlamentarios, en adición a los 130 que componen la de Diputados. En total 190 zánganos que solo piensan en como beneficiarse económicamente, indiferentes a las demandas ciudadanas de un país en crisis total tal como la dejo el delincuente terrorista de Pedro Castillo y que el actual gobierno no hace nada por solucionarlo. Se trató de la segunda sesión parlamentaria que trata este tópico, ya que, según demanda la Carta Magna actual, se debía votar en dos instancias distintas al tratarse de una reforma constitucional. La primera, en noviembre del 2023, ya lo había aprobado con 93 votos positivos, 28 en contra y una abstención. Sin embargo, también se da cuando el Parlamento goza de pésimos índices de aprobación ciudadana. Una encuesta de la firma Datum publicada en febrero de este año señaló que el 86% de los peruanos consultados rechazaba el actual Parlamento. Al respecto, Fernando Tuesta, politólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), señaló que no siempre fue así. De hecho, la cámara única se instauró con la llegada de Kenyo Fujimori. “El Perú históricamente tuvo una bicameralidad desde el inicio de la República de 1821, hasta el golpe de Fujimori en 1992. Con la Constitución del 93 se redujo. Antes había 180 diputados y 60 senadores, pero el Perú tenía en aquel momento cerca de 12 millones de electores”. Según el análisis del politólogo, la relación entre población y cargos legislativos se invirtió. “La Cámara única de 130 miembros en realidad representaba a un número muchísimo mayor, 25 millones de electores. Es decir, se duplicó la población en relación con la de 1992, y el Parlamento pasó a ser la mitad”. Por su parte, la parlamentaria Rosselli Amuruz, coautora del malhadado proyecto, señaló que, precisamente, “fortalecer la representación parlamentaria” era uno de los objetivos. “El objeto principal de esta reforma es restituir al Senado y fortalecer nuestra representación parlamentaria. Por muchísimos años hemos contado con un Senado y, por momentos coyunturales, fue el cambio, pero hoy es necesario el retorno de esta doble cámara”, sostuvo, tratando de ser convincente, sin conseguirlo. A su turno, el ‘constitucionalista’ Domingo García Belaúnde añadió que “entre las ventajas de un sistema bicameral se encuentra la mejor representación parlamentaria, es decir, mayor número de legisladores en proporción a los votantes y las regiones. Además, se mejora la calidad de la producción de leyes porque al haber dos cámaras, las leyes ‘exprés’, las que se aprueban sin mayor reflexión, no pasan. Este modelo permite los contrapesos entre cámaras para evitar decisiones apresuradas”... son los mismos desgastados argumentos que ya no engañan a nadie. Por cierto, no se trata de un cambio pequeño. La modificación de 53 artículos de la Constitución forzará un cambio en aspectos como que ahora será el Senado el encargado de aprobar, modificar o rechazar las propuestas que emanen desde diputados, “lo que podría frenar medidas populistas por lo que habrá más tiempo para meditar sobre las mismas” dicen sus defensores; además elegirá a los miembros del Tribunal Constitucional y designará al contralor general que proponga el Ejecutivo, o escogerá al defensor del Pueblo -o lo removerá, en caso de faltas graves-. Otras funciones serán el autorizar o no la salida del mandatario de turno hacia el extranjero y escoger a tres directores del Banco Central de Reserva. Su rol como ente fiscalizador permitirá al órgano del Estado acusar “ante el Senado al Presidente de la República, congresistas, ministros de Estado, magistrados del Tribunal Constitucional, miembros de la Junta Nacional de Justicia, jueces de la Corte Suprema, fiscales supremos, defensor del Pueblo y al contralor general, por infracción de la Constitución y por cualquier delito que cometan en el ejercicio de sus funciones. También podrá interpelar o censurar a ministros de Estado. A primera vista todo ello parece muy bueno, pero lo que no dicen quienes lo apoyan es que los actuales congresistas que dan vergüenza ajena y protagonistas de sonados escándalos de corrupción serán los “nuevos” senadores - donde sin duda alguna se repetirá por las lamentables escenas que se ven en el Congreso - dejando además como “herencia” a sus hijos, parientes y demás aliados políticos, los asientos que ahora ocupan en la que volverá a llamarse Cámara de Diputados... y nada cambiara. Ahora robaran a manos llenas por partida doble con suculentos sueldos que salen del bolsillo de todos los peruanos. No es de extrañar que se muestren exultantes por haberlo conseguido. Nos preguntamos ¿Es conveniente tener un Senado en Perú? Obviamente que no. Y aquí os decimos las razones: 1.- Los senados no son el único, y probablemente tampoco el mejor, medio para lograr representatividad. No es de extrañar que dos de las principales y más fuertes democracias en el mundo (Suecia y Dinamarca) se deshicieran de sus segundas cámaras. Ambos han intentado lograr lo mismo mediante otros medios. Esos “otros medios” en el Perú pueden significar tener un Congreso con comisiones o dos grupos al interior (pleno y comisión permanente); líderes regionales con influencia nacional; y, la posibilidad de la minoría en el Congreso de recurrir al Tribunal Constitucional, a fin de derogar una norma inconstitucional; 2.- Los senados son costosos, no solo en términos monetarios, sino en relación a las trabas que pueden representar para el proceso normativo. Si mañana es necesario dictar una legislación para resolver un problema social urgente, un Congreso con dos cámaras puede ser muy lento para solucionar el problema. Esto es especialmente grave en un país donde el Ejecutivo requiera ser controlado y donde este mismo Ejecutivo tenga la posibilidad de dictar legislación rápidamente (decretos de urgencia) o pueda recibir facultades legislativas del Congreso o incluso pueda regular a través de decretos. Un Congreso lento delegaría casi completamente las atribuciones legislativas en un ejecutivo así; 3.- Tengo la impresión de que muchos añoraban un senado por las razones equivocadas, aparte de lo económico, claro está. Piensan en una cámara “con grandes políticos, oradores, señorones cultos, que regresarán la decencia a la política peruana”. Esto no solo es ilusorio, ya que como señale líneas arriba, quienes van a entrar al Senado van a ser los mismos desharrapados que ahora se dicen congresistas, todos impresentables e indefendibles en grado sumo que solo les interesa el dinero, y que encima les roban el sueldo a sus empleados. A que son de lo peor. Finalmente, si nos basamos en la realidad, lo que existe es un país controlado por grupos ligados al narcoterrorismo que ya (des)gobernaron el Perú durante el régimen filosenderista de Pedro Castillo, y si bien este vil sujeto termino en la cárcel por corrupto, golpista y ladrón, sus secuaces siguen libres. Intentando desestabilizar al gobierno. A ello podemos agregar la delincuencia venezolana “importada” por Kuczynski y que se ha salido de control. Esto no va a mejorar, ni va a cambiar, gracias a un Senado. Por el contrario, le están dando argumentos a ese loco de Antauro Humala para que gane las elecciones en primera vuelta y los eche a patadas y balazos del Congreso, terminando todos en una pila de cadáveres ante el aplauso de la multitud. Ustedes mismos se lo están buscando... Va a ser una gozada ver aquello.

martes, 12 de marzo de 2024

FILARMONIA: 40 años de la radio clásica del Perú

De los 22 miembros que conformaban el equipo de Radio Filarmonía, ahora solo seis mantienen viva la programación que ofrece esta emblemática estación radial. A puertas de su 40 aniversario, su compromiso por continuar como el principal difusor de música clásica en el Perú está más vigente que nunca. Desde su primera emisión el 1 de enero de 1984, bajo el nombre de Solarmonía en el 88.9 FM, la emblemática emisora radial mantiene su objetivo principal de ser una difusora cultural que sirva como un baluarte musical dentro de la sociedad peruana, ahora en el 102.7 FM. “El oyente cambió y también la forma en que se aprecia la música, ahora las composiciones que se encuentran en las radios son de consumo rápido y fácil olvido, pero la música clásica perdura en el tiempo, lo que hacemos es una prueba de ello”, menciona la exdirectora ejecutiva de Radio Filarmonía y miembro de la Asociación Cultural Filarmonía, Pauline Barrón Mifflin. Además de la programación de música clásica, que conforma un 80 % de su programación habitual, la emisora incluye programas como “Un encuentro con nuestra música criolla”, “Hanac-Pacha”, “Sonidos del Mundo”, conducido por Mabela Martínez, “De canto a canto” dirigido por Carlos Flores Ledesma, “La charla dominical”, “Palco Real” y “Show Time” a cargo de Nicolás Kisic. ¿Cómo competir contra las radios que difunden otro tipo de música? Simplemente no se hace. “No somos una radio comercial, no estamos en ningún ranking, ni le hemos ganado la apuesta a nadie, hacemos esto por pura convicción”, menciona Barrón, quien asumió grandes retos para mantener viva a Radio Filarmonía. “Para garantizar que tenga otros diez años más de emisión para llegar a los 50 años, se han tomado decisiones muy duras, pero que funcionan para que la señal se mantenga en emisión”, explica Barrón. Esta serie de difíciles disposiciones se agravaron durante la pandemia del Coronavirus, momento en el que pasaron de 14 a 4 auspiciadores, incentivando a que se ampliara el horizonte de aportes que ayuden a mantener la radio. “El Estado nos apoya, pero no queremos pertenecer a él, por eso buscamos el apoyo privado con las donaciones de Amigos de la Radio, un grupo de personas que aportan, y los eventos que realizamos, además de los pocos patrocinadores que siempre están presentes”, comenta Barrón sobre Radio Filarmonía que ahora se encuentra hospedada en las instalaciones de Bethel en el Morro Solar. Sin embargo, la emisora continúa adaptándose a las nuevas tecnologías y buscando estrategias innovadoras para mantener su relevancia y alcance en la audiencia actual. Aunque la noticia del cierre de Radio Oasis mantiene la preocupación por el futuro de esta icónica radio, Radio Filarmonía continuará su transmisión habitual. “Desde que se fundó Filarmonía siempre lidiamos con este tipo de crisis permanentes, de que si se apagará la transmisión, si vamos a parar por mucho tiempo o si podremos continuar por varios años más, pero son cosas que siempre conseguimos superar”, concluye. Al respecto, conmemorando 40 años de su fundación, Radio Filarmonía realizará este viernes un concierto sinfónico en el Gran Teatro Nacional en San Borja a las 8 PM, en el cual participará el renombrado pianista británico Peter Donohoe, acompañado por la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario, bajo la dirección del maestro Matteo Pagliari. Te esperamos.

sábado, 9 de marzo de 2024

PERÚ: Mentiras y falacias

Mientras en el país andino un burdo operativo mediático montado por la corrupción vizcarrista acapara las portadas de la prensa que se deja engatusar tan fácilmente, una siniestra amenaza se cierne sobre el horizonte y no es otro que Antauro Humala - ese despreciable asesino de policías y adicto a la marihuana, quien además padece de graves alteraciones mentales - que con el apoyo de los caviares que usurpan cargos en los organismos electorales, pretende llegar a Palacio en el 2026 mediante el fraude, tal como sucedió en el 2021 con el burro chotano de Pedro Castillo, quien hoy se pudre en la cárcel por corrupto, golpista y ladrón. En efecto, mientras los principales partidos peruanos se están desgastando en procesos judiciales, el ex convicto recorre el país propagando fake news en su precampaña electoral, repitiendo hasta el cansancio entre una indiada soliviantada, la desgastada mitología velasquista, reivindicando el fracaso económico, las recetas estatistas y las fórmulas fallidas que tanto daño hicieron al Perú. “Hubo un Estado poderoso y patriota con Juan Velasco Alvarado”, dice Humala ante un público ignorante que lo escucha y graba con su celular. “Hizo un Estado empresario”, grita. El video da vueltas por WhatsApp. En él se ve al secuestrador y homicida de policías en un mitin en Piura, en el norte del país. Y es solo una muestra de las muchas mentiras que repite en sus giras por las provincias del Perú. “Creó empresas nacionales”, celebra Humala. Pero no dice que para que una empresa sea operativa esta debe ser eficiente. Y lamentablemente ese no fue el caso de las empresas estatales del velasquismo, las cuales acumularon enormes pérdidas y condujeron al fracaso la aventura empresarial del Estado. Petroperú es un claro ejemplo de ello. Como sabéis, el etnocacerista tiene 18 meses en libertad. Salió de la cárcel por una ilegal redención de pena en el 2022, luego de cumplir 17 años y ocho meses de los 19 a los que fue sentenciado por el ‘Andahuaylazo’, esa asonada terrorista disfrazada de “gesta reivindicativa” que cobró la vida de cuatro policías en el 2005. Desde que fue excarcelado, ha venido recorriendo el país; mira al 2026 y no ha cambiado su discurso extremista y radical. En su mensaje de odio y resentimiento, sigue hablando de fusilar a los expresidentes - entre ellos su hermano Ollanta - despotrica de las instituciones democráticas, reivindica el quebrantamiento de la ley, desafía el ordenamiento jurídico, pero paradójicamente dice también que su ‘partido’ Alianza Nacional de los Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O) tiene entre sus fines “preservar la vigencia de los derechos humanos (…) y asegurar la vigencia, defensa y consolidación del sistema democrático pleno, real y del Estado de derecho” (?). Sus antecedentes y su discurso violentista no han logrado calar en el extenso de la población, afortunadamente. A lo largo de estos meses ha visitado Huancayo, Iquitos, Cuzco, Tumbes, Pucallpa y otras regiones donde no han faltado ciudadanos que lo confronten por su extremismo. Por eso, quizás, Humala pretende ahora colgarse del saco de Nayib Bukele y capitalizar la aceptación que ha generado en algunos sectores el autoritario presidente de El Salvador, que ha reprimido a las pandillas de su país con arrestos arbitrarios y un sistema carcelario calificado como violatorio de los derechos humanos. Y es que, aunque afirme que no es él sino sus simpatizantes los que le endilgan la etiqueta del ‘Bukele peruano’, Humala no ha perdido tiempo para obtener réditos y hablar de una “bukelización” del Perú, pero hasta ahí nomás, solo enunciados, porque medidas concretas no da, porque no los tiene. Para el exministro del Interior Carlos Morán, “Humala está descalificado moralmente porque es un asesino de policías, tiene las manos manchadas de sangre. No tiene ninguna propuesta viable sobre cómo combatir la inseguridad ciudadana; solo se ha limitado a amenazar con fusilar a cualquier oponente político, expresidentes y autoridades, eso es inviable legalmente (…). Hay que entender que estamos en una sociedad donde se respeta el Estado de derecho, donde se respetan las libertades fundamentales y los derechos de las personas por más delincuentes que sean, así que eso de matar, de fusilar, está fuera de todo contexto”, declaró. Añadió que, frente a estos enunciados radicales, es la ciudadanía, ante la inacción de los poderes Ejecutivo y Legislativo, la que debe tomar cartas en el asunto. “La solución la tenemos los propios peruanos. Si elegimos estas posturas antidemocráticas, es porque las asumimos como tal; es momento de que el ciudadano asuma la responsabilidad de su voto”, subrayó. Carlos Basombrío, por su parte, advierte que esta suerte de ‘marca Bukele’ está tratando de ser capitalizada en todos los países de América Latina y añadió que, en el caso de Perú, esta situación se ve alimentada por “un gobierno que no da pie con bola” en la lucha contra la inseguridad ciudadana. “Junto con la economía, ese tema es el más urgente para la población y creo que eso va a marcar las elecciones. Esta competencia por ser un Bukele nos puede llevar a una situación desastrosa para el país”, manifestó el exministro del Interior, y agregó que frente a ello lo que toca es que el gobierno trabaje para desarmar el sustento de la plataforma política de quienes pregonan la implementación de una política a lo Bukele en el país. ¿Cómo? Fortaleciendo los equipos de Inteligencia e investigación criminal. “La población, ya en el 2026, podría percibir que, por el camino sensato de hacer las cosas profesionalmente, no salvajemente, se puede llegar a resultados importantes y eso disminuiría significativamente la necesidad que tiene un sector de tener este tipo de respuesta. Así podríamos tener mejores resultados y alejar al fantasma de Bukele. Es una vergüenza que en el Perú pueda postular a la Presidencia gente como Antauro Humala y de delincuentes de la misma calaña que sirvieron al régimen delincuencial de Castillo y que no ocultan su admiración por Sendero Luminoso” sentenció. La respuesta estaría en el Parlamento, pero, no se sabe si priorizará el debate de las reformas constitucionales que garantizarían elecciones generales con candidatos idóneos y no prontuariados con mensaje extremista. Una de ellas es la aprobada en la Comisión de Constitución en diciembre, que establece que los condenados por terrorismo, tráfico de drogas, violación sexual, homicidio, secuestro, entre otros delitos, no podrán postular ni ejercer cargos públicos. La iniciativa del congresista Alejandro Muñante, sin embargo, no tiene aún los 87 votos requeridos para su aprobación en primera votación en el Pleno. Muñante señaló que seguirá buscando el consenso. Mientras, ha solicitado al Jurado Nacional de Elecciones, la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público que tomen acciones para declarar la ilegalidad del recientemente inscrito partido A.N.T.A.U.R.O., propuesta que ya ha sido anticipadamente desestimada de una forma escandalosa por el cuestionado titular del JNE, Jorge Luis Salas Arenas, contra quien el congresista Alejandro Cavero ha presentado una denuncia constitucional por permitir la inscripción de un partido “de carácter antidemocrático e inspiración violentista”. Para el congresista por Avanza País, la normativa legal vigente no deja lugar a interpretaciones, ya que señala que las agrupaciones que participan en el sistema de partidos deben ser democráticas para impedir que se pretenda socavar ese mismo sistema desde dentro, como pretende Humala. “La resolución del JNE dice que A.N.T.A.U.R.O., su ideología y su estatuto no tienen nada que ver con Humala, llegan a caer en lo absurdo y a tomarles el pelo a los peruanos porque, en la práctica, quien dirige la agrupación es él; está en todos los eventos y en ellos se reivindica su ideología extremista. Una organización de tendencia violentista y antidemocrática no puede competir en igualdad de condiciones con quien está dispuesto a usar las armas contra quien piensa diferente; la sociedad no puede permitir que este tipo de discursos tenga espacio en una democracia”, puntualizó. Históricamente, varias dictaduras se han erigido en el mundo bajo el cobertor de considerarse nacionalistas. Todo en exceso consume, intoxica, obnubila. Es así como el nacionalismo, un sentimiento patriótico acorde a la valoración legítima y necesaria que debe tener todo ciudadano, se puede transformar en racismo y xenofobia. La confusión se agrava cuando buscas imponer tus ideales por la fuerza, rompiendo el orden democrático de un país azotado por las desventuras como el Perú. Antauro Humala, hartamente conocido por sus tropelías y disparatadas declaraciones, encarna la distorsión peruana del nacionalismo que tantas muertes ha traído en el mundo. El etnocacerismo, o etnonacionalismo peruano, busca dinamitar el Estado desde adentro para imponer la anarquía. Exalta la “raza cobriza” y, entre otras cosas, destaca al dictador Juan Velasco Alvarado, que gobernó desde 1968 luego de asestar un golpe de Estado. En aquella época, Velasco tomó Palacio de Gobierno por la fuerza, cerro el Congreso, sometió a los partidos políticos y a medios de comunicación. Concebía el subdesarrollo “como producto de la falta de oportunidades de la población históricamente relegada”, una falacia de la que se aprovechan los demagogos en busca del aplauso fácil. El nacionalismo no es una vertiente únicamente de izquierda, centro o derecha; es un movimiento cuyo fin se ha distorsionado, y causado una peligrosa aceptación en el mundo por la “mano dura” de quienes lo propugnan, revistiendo excesos y violaciones de derechos humanos. Entre el 2016 el 2022, un gobierno sangriento, de combate a las drogas pero muy popular, dejó miles de muertos en Filipinas, país insular al sudeste de Asia, con una retórica nacionalista de rechazo a la democracia liberal. Su presidente, Rodrigo Duterte, ordenó “matar, matar y matar” para reducir la inseguridad y dijo estar “feliz de masacrar” a los traficantes. Según grupos de derechos humanos, el régimen habría asesinato a 30 mil presuntos consumidores. Antauro está muy cerca de ese discurso. En Sudamérica, recientemente Brasil también vivió un gobierno nacionalista con Jair Bolsonaro, militar en retiro ultraconservador. Los ejemplos van y vienen, desde los nacionalismos dictatoriales, hasta la actualidad de Antauro, que está listo para ‘refundar’ al Perú con sus ideas extremistas, hundiéndola en la barbarie. De ustedes depende que ello no ocurra... Que alguien le dispare, por favor.

martes, 5 de marzo de 2024

TOKAPUS: ¿Recuerdos de una antigua escritura inca?

Los Tocapus (también llamados Tokapus en quechua) son enigmáticos cuadrángulos con signos geométricos o figurativos estilizados que aparecen en forma de series en los tejidos y vasos ceremoniales del periodo inca y de los inicios del periodo colonial. Varias interpretaciones han sido propuestas para explicar su posible significado, pero ninguna convincente a la fecha. Algunos investigadores han sugerido que se trata de un sistema de comunicación gráfica prehispánica andina, una presunta “escritura perdida” de los incas. Otros investigadores han propuesto en cambio que se trataba de una especie de heráldica perteneciente a la nobleza incaica destinada a caracterizar dinastías o monarcas. Las investigaciones sistemáticas se iniciaron con Victoria de la Jara, que fue la primera investigadora que quiso ver en este conjunto de figuras un sistema de notación escrita registrando 294 figuras con aparente significado silábico-fonético. La teoría fue recogida por Thomas Barthel, pero redujo el catálogo de glifos a solo 24 proponiendo el desciframiento de algunos de ellos. Ambas propuestas, la de Barthel y la de Victoria de la Jara no han sido acogidas por la comunidad científica que mira con recelo y escepticismo la existencia de una “escritura perdida de los incas”. Desde entonces se ha trabajado en nuevos modos de interpretar dicho conjunto gráfico de gran complejidad. Investigadores de la talla de William Burns Glynn, Thomas S. Cummings, Mariusz Ziólkowski, Margarita Gentile, Mary Frame, Tom Zuidema y más recientemente Gail Silverman y Christiane Clados se han abocado a su estudio bajo distintos enfoques. Algunos con la opinión de que fuera una forma escritura fonética o semasiográfica; y otros defienden el concepto de que fueron símbolos o emblemas hieráticos que denotaban prestigio para la élite e incluso expresiones rituales. "Tocapu" o "tokapu" (Toka= surgir, emanar/ Apu= montaña sagrada) en los antiguos vocabularios quechuas y aymaras parece referirse a ciertas labores de bordado en vestidos finos y trajes elaborados para la nobleza. No necesariamente se refieren a las mismas labores o símbolos bordados sino a la calidad del tejido y sus labores. Solo más tarde descripciones de John Rowe y la adopción de Victoria de la Jara para describir estos mismos gráficos han acuñado el término para estas representaciones extendiéndolas a las que aparecen en los keros y en la cerámica. Thomas S. Cummings insiste en que no se debe limitar al tocapu al medio textil sino que es un gráfico usado en múltiples superficies y que se refiere generalmente a lo sagrado. Victoria de la Jara (1967, 1970) afirmó en sus estudios sobre los diseños que denominó tocapus que se trataba de una escritura logográfica. Según ella cada signo significa una palabra y era posible que fuera leída por individuos de cualquier lengua. Por su parte Thomas Barthel (1970) redujo el catálogo de signos a solo 24 y afirmó que se trataba de una escritura de palabras, no de letras ni de sílabas coincidiendo con De la Jara. Sin embargo ambos investigadores no pudieron probar, ante la comunidad científica, como habían descifrado algunos de aquellos glifos como “Atahualpa” por Victoria de la Jara y “Viracocha” y “Vilcabamba” por Barthel quedando sus estudios en el terreno de la conjetura. En 1979 el ingeniero norteamericano William Burns Glynn en su artículo “La Escritura Secreta de los Incas” propuso un sistema que se apartaba de las teorías de De la Jara y Barthel. Tomando como punto de partida la crónica de Guaman Poma de Ayala observó que en las figuras de gobernantes incas que este cronista dibujó en su obra Nueva Crónica y Buen Gobierno aparecían tocapus en los que se combinaban signos con números arábigos. Tuvo la idea de que el significado de estos símbolos tenía que ver con su sistema decimal de contabilidad y reemplazó los números del uno al diez con su respectivo signo y significado en quechua con el que obtuvo, luego de eliminar las vocales, un alfabeto consonántico con el que logró polémicos desciframientos. Este sistema no pudo ser probado o demostrado en piezas originales debido a sus limitaciones lingüísticas y criptográficas y, por ende, no fue acogido por la comunidad científica. El arquitecto colombiano Jaime Salcedo Salcedo se propuso corregir estos vacíos y en un estudio que se prolongó por 25 años llegó a siete principios o “claves” de desciframiento en su obra: “Los Jeroglíficos Incas: introducción a un método para descifrar tocapus-quillca” en el que afirmaba, tomando como ejemplo el Quero 7511 del Museo de América de Madrid, que cada tocapu o “quillca” como los llama, no representa palabras sino textos completos en una combinación de ideogramas con fonogramas atendiendo a los colores cuyos atributos forman parte de su significado. En ese sentido Mariusz Ziółkowski, también gracias al estudio de los queros, parece identificar una correspondencia entre las escenas pintadas y los tocapus en el mismo vaso lo cual, propone, que algunos de aquellos signos parecen identificar a los personajes representados. Recientemente los estudios de Gail Silverman y Mary Frame parecen retomar el sendero dejado por Victoria de la Jara pero desde la perspectiva etnográfica, atendiendo a las comunidades de tejedores. Gail Silverman, gracias a su prolongado trabajo de campo en la comunidad Q´ero del Cusco, llegó a considerar el significado de algunos de esos símbolos con un significado cosmológico que la autora considera un evidente vestigio de una escritura prehispánica. En otra dirección se dirigen los estudios de Tom Zuidema que sugiere el carácter heráldico de los tocapus a partir del estudio de la crónica de Guaman Poma en cuyos dibujos observa que los incas correspondientes a la dinastía de Hanan Cusco poseen mayor cantidad de tocapus en sus vestimentas que los de la dinastía Hurin. Esta conclusión es apoyada por Peter Eeckhout y Nathalie Danis en relación con las pinturas coloniales de personajes incas que lucen tocapus como emblemas o símbolos de prestigio dinástico. Margarita Gentile califica estas interpretaciones como alóctonas y persiste en enfocar el tema desde las comunidades nativas y desde las ofrendas colocadas en los rituales de sacrificio humano. Thomas Cummins vincula los tocapus con un evidente contenido religioso negando que dichos motivos sean exclusivos del arte textil sino que se extenderían a diversos soportes con igual carga simbólica totalmente diferente del quipu al anotar que el tocapu, en las referencias de las crónicas, siempre aluden a un contenido religioso y no como un sistema de registro. El misterio de su origen y significado continúa...
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